¿Amiga de la soledad?
De nuevo esperando... esperando la llegada de alguien que no vendrá, las velas consumidas por el tiempo, y yo sola, aun esperando sin saber por que...
Espero la llegada imposible de alguien que logre sacarme de esta madriguera, tratando de encontrar en la oscuridad un motivo por el cual vivir, escarbando en lo más profundo de mi existir el porque estoy así, mirando alrededor, pues solo veo la espera inútil mirando a mi habitación, de nuevo aquí estoy... sola, sintiendo envidia de mi cama, sintiendo miedo de mi propia habitación, habitación llena de recuerdos que hoy duelen, habitación llene de ilusiones rotas, cama llena de pétalos de rosa esperando, esperando como yo la llegada que nunca llegara...
Es tan fría esta soledad... es tan intensa que cala mas allá de los huesos y duele más cerca del corazón, tanto dolor he soportado, que mis fuerzas se van agotando, por todo el tiempo que he estado en constante entrada y salida de personas que vienen a arrancarme una parte de mi vida, y otras que afortunadamente me entregan un pedazo de cielo en cada sonrisa,pero hasta eso me duele ya, por que todo se resume en recuerdos... Necesito un futuro, no quiero vivir de los recuerdos.... Al mirar alrededor y no sentir a nadie cerca, veo como todo se transforma en un infierno donde las llamas del desprecio calcinan a mi pobre y aturdido corazón, este infierno lleno de ausencias que me hacen ver mi cruda y merecida realidad... Desprecio de la gente que me importa... desprecio que me otorga la vida.
Cuando no hay más que soledad vivir te quita las ganas, viviendo a oscuras a veces el silencio viene un instante donde pasa por mi cabeza dolorida de tanto girar, un dolor tan intenso al ver mi alrededor convertido en un desierto, el cual lleno de espejismo parece que se burla de mi y esconde el oasis que en algún lugar espera para saciar mi sed de compartir, y en esos precisos momentos es cuando logro ver a lo lejos a la luna que me dice con bailes de sombras que no desespere, que al final encontraré ese oasis desbordando de calor humano y que espera en algún lugar de mi vida desierta.
Nada deseo más, que volver a sentir que protejo a alguien, que alguien me necesita, que me eche de menos... que doy calor a un corazón hambriento de caricias y sediento de besos, necesito tener una razón para despertar con ansias de estar al lado de alguien que al igual que yo me necesita, doy mi vida por encontrar a esa persona que me diga que estará conmigo cuando mas la necesite, doy mi vida.... Creí haberla encontrado, pero siempre me encuentro esperando su llegada... esperando en soledad y con mis ilusiones rotas...
No puedo seguir así, esperando vanamente por ese sentimiento que al igual que todo me ha abandonado, no resistiré la escasez de Te Amos que hay en mi vida, no soy tan fuerte para aguantar un minuto mas de soledad, no más, no podré con esta aparente eterna soledad, la que por ser eterna hace que me cuestione el cómo se aprende a vivir sola... Y en el sonido que hace el silencio al llegar a casa, espero la respuesta a mi pregunta, pues si he de vivir así por el resto de mi vida, tendré que aprender a hacerme amiga de la soledad.
Espero la llegada imposible de alguien que logre sacarme de esta madriguera, tratando de encontrar en la oscuridad un motivo por el cual vivir, escarbando en lo más profundo de mi existir el porque estoy así, mirando alrededor, pues solo veo la espera inútil mirando a mi habitación, de nuevo aquí estoy... sola, sintiendo envidia de mi cama, sintiendo miedo de mi propia habitación, habitación llena de recuerdos que hoy duelen, habitación llene de ilusiones rotas, cama llena de pétalos de rosa esperando, esperando como yo la llegada que nunca llegara...
Es tan fría esta soledad... es tan intensa que cala mas allá de los huesos y duele más cerca del corazón, tanto dolor he soportado, que mis fuerzas se van agotando, por todo el tiempo que he estado en constante entrada y salida de personas que vienen a arrancarme una parte de mi vida, y otras que afortunadamente me entregan un pedazo de cielo en cada sonrisa,pero hasta eso me duele ya, por que todo se resume en recuerdos... Necesito un futuro, no quiero vivir de los recuerdos.... Al mirar alrededor y no sentir a nadie cerca, veo como todo se transforma en un infierno donde las llamas del desprecio calcinan a mi pobre y aturdido corazón, este infierno lleno de ausencias que me hacen ver mi cruda y merecida realidad... Desprecio de la gente que me importa... desprecio que me otorga la vida.
Cuando no hay más que soledad vivir te quita las ganas, viviendo a oscuras a veces el silencio viene un instante donde pasa por mi cabeza dolorida de tanto girar, un dolor tan intenso al ver mi alrededor convertido en un desierto, el cual lleno de espejismo parece que se burla de mi y esconde el oasis que en algún lugar espera para saciar mi sed de compartir, y en esos precisos momentos es cuando logro ver a lo lejos a la luna que me dice con bailes de sombras que no desespere, que al final encontraré ese oasis desbordando de calor humano y que espera en algún lugar de mi vida desierta.
Nada deseo más, que volver a sentir que protejo a alguien, que alguien me necesita, que me eche de menos... que doy calor a un corazón hambriento de caricias y sediento de besos, necesito tener una razón para despertar con ansias de estar al lado de alguien que al igual que yo me necesita, doy mi vida por encontrar a esa persona que me diga que estará conmigo cuando mas la necesite, doy mi vida.... Creí haberla encontrado, pero siempre me encuentro esperando su llegada... esperando en soledad y con mis ilusiones rotas...
No puedo seguir así, esperando vanamente por ese sentimiento que al igual que todo me ha abandonado, no resistiré la escasez de Te Amos que hay en mi vida, no soy tan fuerte para aguantar un minuto mas de soledad, no más, no podré con esta aparente eterna soledad, la que por ser eterna hace que me cuestione el cómo se aprende a vivir sola... Y en el sonido que hace el silencio al llegar a casa, espero la respuesta a mi pregunta, pues si he de vivir así por el resto de mi vida, tendré que aprender a hacerme amiga de la soledad.
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