Luna fantasma, y yo viviendo

Hoy salí a correr como todos estos días...
Necesitaba esa sensación de libertad, mientras mis pies pisan con fuerza, rapidez y entusiasmo... Siento que al correr me llevara a encontrar a un sitio mejor, un lugar sin problemas, ese lugar el cual cambia a cada zancada que yo avanzo al correr se me olvida todo, y por unas horas logro volver a sentir matices de la vida...
Hoy mientras sentía como la brisa me daba de frente, veía los colores de los arboles pasando con rapidez hacía atrás, viendo como lograba ir dejando todo atrás, sintiendo lo hermoso de la vida... sentí después de tanto tiempo a mi Luna interior... Y vi que en realidad nunca fue feliz, que sus sentires siempre me provocaron dolor, aunque a veces pareciera justo lo contrario... Hoy la sentí de nuevo... pero vi como se alejaba, por primera vez vi a mi luna....

Vi que el recuerdo era el suspenso amanecer de su vida, vi que aun recordaba que no era solo respirar lo que la hacía vivir, sino también la espera de ese pequeño suspiro de paz que necesitaba, el cual siempre anheló pero nunca llegó... Vi como aun lo recuerdos no eran más que capítulos amargos de esa vida sin vida que mantenía oculta, para que así nadie supiese que moriría poco a poco en ella...

Vi como la paz, para ella se había convertido en una simple fantasía, al saber que en su vida no había nadie que estaba vacía y a la vez tan llena de miseria...
Paz, que ni aun muerta llegó y mi luna no entiende los recuerdos de una vida sin paz... Una vida que dejó de ser vida para mi luna al convertirse en un tormento; tormento que dejó de ser tormento para convertirse en un tormentoso olvido....

Ese olvido que dejó de ser olvido, cuando recordó que existía algo que se llamaba paz y que ella venía acompañada de alegría, felicidad, fe y amor...
Olvido que dejó de ser olvido, cuando recordó que su ángel se alejo de su vida por el simple hecho de no entender que ella necesitaba amor...

Ahora mi luna esta allí... sentada en su lápida; esa lápida llena de suciedad de palomas que son las únicas que se acuerdan de acercase, y de mí corriendo pues es cuando vivo y recuerdo que mi luna existió un día...
Allí esta sentada, viendo las hojas secas y el D.E.P en su lápida mientras recuerda que no puede haber un te quiero porque nunca existió en su corta vida...
Hoy corriendo me sentí vivir de nuevo, y vi por unos segundos a mi luna, la vi sentada en su estado de fantasma y me dí cuenta que aun espera; que aun esta esperando que aparezca lo que en vida tanto busco... lo que consumió pausada pero paulatinamente su vida, aquello que en vida se murió.
Ahí esta sentada esperando que llegue, que se compadezca de su dolor, que escuche lo que a gritos dice. Gritos que enmudecen la irónica verdad que muchos viven...

Ahí está, porque mi luna ya solo es solo el recuerdo de un fantasma, que pide paz para poder descansar... Y por alli pase yo, que ahora puedo sentir la vida sin ella... aunque solo sean unas horas al días mientras admiro la belleza de la naturaleza.