Perdoname ángelito
Dentro de 15 días hará un año ya de todo aquello, hará un año que perdí mi inocencia, pero lo que más me duele haber perdido no es esa inocencia, 
me duele tantísimo a ver perdido lo que nunca llegaré a tener, que nunca volverá lo que no llegue a conocer ni a ver, a lo que negué vivir...Los recuerdos en mi mente viajan sin descansar, se agolpan uno a otro y todos me recuerdan lo mismo... esa sensación, saber que le tenía conmigo,que nunca estaría sola… y mis lágrimas al decirle adiós antes de dejarle que llegara.
Todos aquellos recuerdos que no me dejan respirar, esa culpa que se adueña de mis días, de mi vida...dentro de mi alma se que están. Quiero dejar atrás toda esta culpa, toda esta pena... Pero la sombra de los recuerdos me persigue sin cesar; están ahí, mirándome, vigilando, esperando el momento de mi locura final.
Y solo me queda esperar el momento en el que llegó, tan solo unos días y habrá pasado un año para dejar escapar esos recuerdos malditos que me hacen saber que ya no volverá.
Aquella tarde mi angelito, aquella triste tarde de abril, en la que te negué la llegada, en la que hice que te marchases sin siquiera una despedida... En el ángelit@ de mi vida hoy estás convertid@, suerte la mía de tener dos ángeles en mi vida, pero más me duele no haber dejado que uno llegará a ella...
Casi un año hace que se ha marchado...con su muerte le arranque de mi vida... ahora pienso, por qué no yo! No lo sabía, pero al no dejarle llegar he matado parte de mí.
Hoy frente a los recuerdos veo mi vida vacía, llegan sombras que traspasan mi soledad...Tengo miedo que el tiempo borre su recuerdo aunque no lo hará pues aunque no le deje llegar se ha difundido en mi alma y en mi ser... Pero más miedo me da saber que nunca llegaré a conocer su rostro...
Llegará pronto un año de ese adiós sin despedida, pasan las horas y los minutos tan
pesadamente sobre mí.... después de tanto tiempo aun no sé que será de mí con tantas penas en el alma viendo que nunca podré perdonarme lo que hice.
Ese adiós sin palabras que obligue , tan silente como el frío pero estremecedor, aun confunde mis sueños, derriba mis ilusiones. Este adiós que nunca le dijo, esta despedida que nunca quise, haberle negado llegar, y despedirle sola... Acabo con toda una vida de ilusiones, anhelos, sueños y deseos.
Todo acabó sin palabras, sin decirle adiós, sintiéndolo en el alma, y sola sin mi ángel que me acompañara ese mal rato, sintiéndome aun más culpable por no dejar que llegará pues era algo de los dos, era nuestro angelito...
Hoy le digo adiós al viento, a las rocas, a las flores y a la nada, después de un año trataré de decirle adiós y perdón con palabras.
Le querré siempre más que a mi propia vida, le querré eternamente...Y he aprendido que la muerte no es la muerte, pues nadie muere del todo hasta que se lo olvida...
me duele tantísimo a ver perdido lo que nunca llegaré a tener, que nunca volverá lo que no llegue a conocer ni a ver, a lo que negué vivir...Los recuerdos en mi mente viajan sin descansar, se agolpan uno a otro y todos me recuerdan lo mismo... esa sensación, saber que le tenía conmigo,que nunca estaría sola… y mis lágrimas al decirle adiós antes de dejarle que llegara.Todos aquellos recuerdos que no me dejan respirar, esa culpa que se adueña de mis días, de mi vida...dentro de mi alma se que están. Quiero dejar atrás toda esta culpa, toda esta pena... Pero la sombra de los recuerdos me persigue sin cesar; están ahí, mirándome, vigilando, esperando el momento de mi locura final.
Y solo me queda esperar el momento en el que llegó, tan solo unos días y habrá pasado un año para dejar escapar esos recuerdos malditos que me hacen saber que ya no volverá.
Aquella tarde mi angelito, aquella triste tarde de abril, en la que te negué la llegada, en la que hice que te marchases sin siquiera una despedida... En el ángelit@ de mi vida hoy estás convertid@, suerte la mía de tener dos ángeles en mi vida, pero más me duele no haber dejado que uno llegará a ella...
Casi un año hace que se ha marchado...con su muerte le arranque de mi vida... ahora pienso, por qué no yo! No lo sabía, pero al no dejarle llegar he matado parte de mí.
Hoy frente a los recuerdos veo mi vida vacía, llegan sombras que traspasan mi soledad...Tengo miedo que el tiempo borre su recuerdo aunque no lo hará pues aunque no le deje llegar se ha difundido en mi alma y en mi ser... Pero más miedo me da saber que nunca llegaré a conocer su rostro...
Llegará pronto un año de ese adiós sin despedida, pasan las horas y los minutos tan
pesadamente sobre mí.... después de tanto tiempo aun no sé que será de mí con tantas penas en el alma viendo que nunca podré perdonarme lo que hice.
Ese adiós sin palabras que obligue , tan silente como el frío pero estremecedor, aun confunde mis sueños, derriba mis ilusiones. Este adiós que nunca le dijo, esta despedida que nunca quise, haberle negado llegar, y despedirle sola... Acabo con toda una vida de ilusiones, anhelos, sueños y deseos.
Todo acabó sin palabras, sin decirle adiós, sintiéndolo en el alma, y sola sin mi ángel que me acompañara ese mal rato, sintiéndome aun más culpable por no dejar que llegará pues era algo de los dos, era nuestro angelito...
Hoy le digo adiós al viento, a las rocas, a las flores y a la nada, después de un año trataré de decirle adiós y perdón con palabras.
Le querré siempre más que a mi propia vida, le querré eternamente...Y he aprendido que la muerte no es la muerte, pues nadie muere del todo hasta que se lo olvida...
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