Percibiendo más la vida con la tristeza...

Dos días, dos días que han dado para mucho, eso ha sido este fin de semana pasado para mí... Después de tanto tiempo, he sentido en mi interior tranquilidad, paz, cariño... Un fin de semana sin problemas, sin obligaciones, sin pensamientos, solo fuimos tres amigos que disfrutaron de la vida como siempre debería hacerse... Dos días en los que estas tres personas se reunieron, cada uno con los problemas que una persona puede tener, y aun así disfrutaron plenamente de cada sabor , de cada sensacion, cada minúsculo detalle de la vida.

Y aunque todos tenemos problemas, por primera vez no me hizo falta enterrarlos dentro de mí para poder disfrutar de las pequeñas maravillas de la vida y del mundo por unos solos segundos... Esta vez no sé gracias a que, o a quienes... he podido vivir plenamente aun sintiendo la tristeza...

No se como este fin de semana me di cuenta... de que la tristeza no hay que ignorarla, si no abrirle espacio para que respire también lo hermoso de la vida. Pues la tristeza tan solo es el resultado de un trozo roto del amor, un escape temporal de mi alma.

Aprendí algo de mi misma... que la tristeza que pueda sentir, hace que me detenga cuando necesito parar y transportar mi alma frágil fuera de lo mundano. Me di cuenta que el camino de mi tristeza me llevara a un nuevo comienzo...
No la volveré a alejar de lo más profundo de mi ser, ni la volveré a esconder en mi corazón bajo llave, no quiero volver a enterrar mi tristeza por alguna parte de mi ser, así que no volveré a disfrazarla con frases bonitas, pero sin ningún sentido...
Ahora disfruto de su mudez, siento su desahogo de paz... Aprenderé su casi imperceptible idioma para que me conduzca al final del camino, hay donde se que me espera... un nuevo comienzo.