Lo tengo todo... y no tengo nada
En esta triste noche... una vez más la soledad me invade, saboreo como siempre desde que llegó a mi vida el deseo de tenerle una vez más...Ya mi cuerpo no le siente, ni le da calor... mis manos anhelan sentir una vez más la suavidad de su pecho, mi corazón recuerda esa sensación de plenitud cuando él estaba a nuestro lado...y ahora solo me quedan los recuerdos de esta historia aun viva, pero que en ella siempre hay ausencias, y adioses que queman mi frágil corazón... Y en esta gris eternidad que se me hacen las ausencias de mi ángel, sé que la soledad me acompañara durante el largo trayecto... El tiempo no hace mucho me resultaba muy alentador, pues en el me llenaba de energías para su llegada, nacía en mi un nuevo deseo de pensar que estaba empezando a ser feliz, que estaba agusto.... Pero a medida que el tiempo pasa y mi sueño no se cumple... ese sentimiento de plenitud se fue haciendo cada vez más efímero... Ví como día a día, minuto a minuto... me fui sintiendo cada vez más sola..